Niños índigos
Su nombre se debe a que es el color que prevalece en su campo de energía
Por: Margarita Pacay
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Katrina Alexandra De León Crespo, de dos años y tres meses, es una niña con muchas habilidades. |
Para algunos sicólogos desde el año 2000 han nacido más chiquillos con dotes de genio, sociables y dispuestos a romper esquemas de formación, y a los que han denominado niños índigos.
Su nombre se debe a que es el color que prevalece en su campo de energía, el cual se observa cuando colocan su dedo en la cámara de Kirlan (aparato que mide la vibración o energía humana a través de colores, y que en un inicio fue empleado para detectar espionaje en Rusia), indica la sicóloga Rose Mary Bonilla.
Se trata de infantes que destacan por su agilidad mental, descontento con el sistema educativo, su fácil manejo de tecnología y rechazo a las tareas cotidianas.
Identifíquelos
Bonilla aclara que los índigos tienen armonía con la naturaleza; conexión con el agua, rapidez de respuesta y análisis, visión de vida, creatividad, mucha energía y alta estima.
Son sensibles al dolor humano; sus sentidos están súper desarrollados; perciben y se revelan cuando los padres los manipulan y les mienten.
Son rebeldes, se oponen a la imposición y no se adaptan a lo que no les agrada.
Por lo general, tienen la complexión delgada, cabeza y ojos grandes, lóbulo frontal pronunciado y son muy ágiles.
La sicóloga traspersonal Olga Liliana Escobedo indica que hay ciertas características que prevalecen más en algunos índigos.
Los humanistas son amables, sociables; los conceptuales están dirigidos a la ciencia, lógica.
Son de pocas palabras; los artistas tienen una mezcla de los dos tipos anteriores; y los interdimensionales, como el caso de los niños genios, con una inteligencia superior, por lo general son antisociales, y a los adultos muchas veces los ven como tontos.
Otras: posturas
Algunos profesionales no comparten que existan índigos. El neurólogo Jorge Otoniel Gramajo Santizo, del centro neurológico para niños y adolescentes, afirma que a nivel neurológico no se ha comprobado, lo que sí está claro es que hay niños que poseen un coeficiente intelectual elevado, y otros son hiperactivos.
También se han visto más casos con conductas especiales como el síndrome asperger, una variante autista (alteración en su relación social), lo ideal es que los padres cuando detecten que sus hijos poseen cualidades diferentes, lo consulten con un neurólogo pediatra, afirma Gramajo.
La sicóloga educativa Virna Patricia Zamora Sum, de la clínica Procesos, comparte la idea que en este nuevo milenio los chicos que están naciendo sobresalen más ya que desarrollan una inteligencia múltiple, y eso se debe a que el entorno lo permite. Pero no se trata de niños índigos.
Es decir, ahora hay más oportunidades para conocer como estimular a los infantes a temprana edad, incluso desde que el bebé está en vientre materno.
Además, al crecer en un medio con tecnología avanzada, práctica de terapias alternativas como la meditación, y más conciencia ecológica, enriquecen su aprendizaje.
Cómo educarlos
Vale la pena reconocer las habilidades y destrezas de cada niño, para estimularlo y atender sus necesidades.
No reprimirlo, ni aislarlo, pero tampoco sobreprotegerlo, simplemente conocerlo, apoyarlo, fortalecer sus dotes, y aprender a convivir con él o ella, añade Bonilla.
También se recomienda responderles sus dudas, ya que no tienden a conformarse con una simple respuesta.
Conviene hacer saber esas características especiales al gremio de educadores o personas que tienen influencia en su desarrollo, ya que ellos aprenden con rapidez y no necesitan que se les esté repitiendo lo mismo; exigen experimentar lo que se les dice y no sólo escucharlo.
En la actualidad se están provocando cambios en las estructuras educativas, con el propósito que sean más creativas e investigativas, añade Escobedo.
Apóyelos
La hiperactividad es parte de las características de un niño índigo, pero no por ello hay que medicarlos para mantenerlos tranquilos, pues lo que requieren es poner en práctica sus destrezas.
De hecho, se sabe que hay neurólogos y hasta maestros que están sugiriendo a los padres que se les proporcione un fármaco que los relaje, de tal manera que puedan permanecer tranquilos.
Con estos se les bloquea la creatividad y desarrollo, afirman Bonilla.
Precisamente con el fin de contrarrestar ese desconocimiento del tema, en el país se está tratando de implementar el método de la Escuela Waldorf, que persigue trabajar más con los chicos de este tipo, y a la vez que los educadores, sicólogos y siquiatras aprendan a estimularlos y comprenderlos.
En Europa y Norteamérica han tenido auge estos sistemas.
En el caso de Centro América, Costa Rica es el país que ha iniciado el plan piloto y ahora se experimentará en Guatemala, añade Bonilla.
Vale la pena aprovechar la energía y conocimiento de estos chicos, de esa forma se podrán obtener nuevos cambios positivos en la humanidad.
En lugar de tener jóvenes violentos, con mentes bélicas, que quizá son índigos y en su niñez nadie se enteró, más bien otros aprovecharon su habilidades en forma negativa, dice Bonilla.
Los números telefónicos de los profesionales entrevistados son: sicólogas Rose Mary Bonilla 5517-2044; Olga Liliana Escobedo; Virna Zamora e-mail: virnaz@hotmail.com; neurólogo Jorge Gramajo 5413-2632.
Estudios: Código genético
La sicóloga Rose Mary Bonilla explica que en la Universidad de Pekín se está investigando a este tipo de niños: el científico Pedro Rumaniuk, doctor en investigación, por ejemplo, descubrió que dichos pequeños tienen un código genético distinto a las demás personas: poseen entre 21 a 25 de proteínas en los aminoácidos del cerebro, cuando lo normal es 20 ó 21; a ello se debe su nivel de inteligencia.